Estafados por una clienta

Nunca nos habríamos imaginado que acabaríamos escribiendo un post como este, pero queremos que conozcáis lo que nos ha pasado para evitar que esta “clienta” o personas que se dedican a hacer lo mismo que ella puedan salirse con la suya y abusen de la buena fe de las personas.

El inicio de la estafa

Esta estafa empezó en septiembre de 2021. Una nueva clienta nos hizo un pedido considerable y escogió pago mediante transferencia bancaria. Nos envió el comprobante conforme había efectuado la transferencia y nosotros le enviamos los productos que había comprado.

Esto mismo pasó en 5 ocasiones más, con sus correspondientes comprobantes de pago y envíos por nuestra parte, alcanzando la suma total de casi 1.900€ entre todos los pedidos. 

De “mejor clienta” a gran estafadora

No fue hasta noviembre de 2021 que nos dimos cuenta de la estafa. Revisando los movimientos bancarios vimos que no nos había llegado el ingreso de la última compra que hizo. Ni el de la penúltima. Ni el de la anterior. No habíamos cobrado ni una sola de sus compras. Los comprobantes que nos había ido enviando dejaron de tener sentido. Y así, una de nuestras mejores clientas pasó a ser, en realidad, una estafadora.

Nunca os fieis de un comprobante de pago por transferencia

Posiblemente no os estemos descubriendo nada nuevo, pero un comprobante de pago nunca es sinónimo de que ese ingreso acabe llegando a tu cuenta por dos motivos:

• El comprobante puede ser falso: la persona puede haber falsificado el comprobante. Al fin y al cabo, son documentos sencillos que puedes plagiar sin necesidad de tener muchos conocimientos de diseño.
• El ordenante de la transferencia puede cancelar la transferencia: una persona puede emitir una transferencia real, descargarse el comprobante y, acto seguido, anular la transferencia. Si el banco del ordenante y del beneficiario son distintos, no es hasta después de 24-48h que se procesa la transacción, por lo que durante ese tiempo el ordenante puede anular la transferencia sin ningún tipo de complicación.

Así pues, no caigáis en nuestro error y nunca consideréis un comprobante de pago como una prueba verídica de que vais a recibir un ingreso. Hasta que no veáis la cantidad ingresada en vuestra cuenta, no lo deis por hecho.

Nos llevamos una lección de esta experiencia, junto con la impotencia de sentir que hemos sido estafados por “culpa nuestra”, por confiar en la buena fe de las personas.

Por supuesto, vamos a emprender acciones legales contra esta persona. No vamos a permitir que se salga con la suya y que siga estafando a otras empresas.